“Si bien aceptamos que el constructor tiene la responsabilidad, es el Estado quien debe controlar”, sostiene Abrevaya. Aseguro que estamos en la “tierra de la aventura”, donde no hay un sistema de control formalizado.
El legislador le restó responsabilidad al Colegio de Ingenieros. “Como en todo, una profesión puede ser bien ejercida, o mal ejercida”, afirmó.
También agregó que ya había denunciado irregularidades en la construcción de diferentes obras en la Ciudad. “Falta el análisis de las denuncias que, aunque no sean consistentes, lo exige”. El integrante de la Comisión de Planeamiento manifestó que ya había presentado dos proyectos para limitar la construcción de edificios a sólo tres pisos.
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